Los productos defectuosos generalmente entran en una de estas tres categorías: Productos con Diseño Defectuoso, Productos con Defecto de Fabricación, y Productos con Defecto de Promoción.

Productos con Diseño Defectuoso son productos que tienen un defecto inherente a su diseño (por ejemplo, un cinturón de seguridad hecho de papel posiblemente sería considerado con Diseño Defectuoso porque si hubiera un accidente no tendría la fuerza o duración necesaria para sujetar al chofer o al pasajero de un automóvil). [Vale resaltar que los Productos con Diseño Defectuoso son intencionales, ya que sus especificaciones de diseño indicaban que el defecto sea puesto en el producto.] Contrariamente,  los Productos con Defecto de Fabricación, no son de naturaleza intencional. Éstos son productos que resultaron defectuosos debido a fallas en alguna etapa del proceso de fabricación (por ejemplo, un avión que tiene un diseño competente pero que sus alas no fueron aseguradas correctamente posiblemente sería considerado con Defecto de Fabricación porque, aunque su diseño no tenía fallas, no fue montado adecuadamente, resultando en un producto defectuoso).

Finalmente, Productos con Defecto de Promoción son productos que fueron vendidos incorrectamente, por lo general omitiendo avisar al consumidor de peligros potenciales del producto, o no informando adecuadamente al consumidor sobre cómo usar dicho producto (por ejemplo, gasolina que sea vendida sin avisar que el producto es sumamente inflamable).